Anécdotas de una carrera que nació en un bar
Cuarenta y cinco años de prueba en 44 ediciones (sólo la de 1969 dejó de celebrarse por la crisis) dan para mucho. Al colorido de la carrera popular se une una larga lista de anécdotas de la San Silvestre más exitosa. La Vallecana surgió en 1964, cuando Antonio Sabugueiro y unos amigos, reunidos en un bar, decidieron poner en marcha el proyecto. “Ni siquiera teníamos permiso del Ayuntamiento para organizarla, y pusimos a unos chavales para dirigir el tráfico”, recuerda.
Su comienzo la ligó al mundo del fútbol de rebote. Sabugueiro era por entonces encargado de las secciones deportivas del Rayo Vallecano, equipo que brindó su apoyo a la prueba cuando aún era una desconocida. Además, el primer ganador, Jesús Hurtado, formaba parte de la sección de atletismo del Real Madrid.
Los grandes siempre han mostrado interés por la prueba vallecana. Fue el caso de Mohammed Gammoudi, plata en los 10.000 en los Juegos de Tokio. El tunecino, vencedor en 1967, no pudo participar al año siguiente, al recibir presiones por parte de su federación y del propio ejército... porque no hubo acuerdo sobre quién debía pasar la agradable estancia en Madrid junto a él. Su participación fue anunciada a toda página en un medio, desliz que costó al periodista 15 días de empleo y sueldo.
Aunque más grave fue el caso del alma caritativa que, años después, concedió a un preso permiso para tomar parte en la prueba. Aún se le espera.
Las cifras han estado de lado de la prueba para auparla a lo más alto en la especialidad. Aunque no siempre fue así: en la primera edición (1964), sólo 57 valientes osaron tomar las calles.
Una carrera de caballeros, como los del equipo marroquí que acudió hace 25 años sin apenas medios: después de que Sabugueiro no pudiera despedirles tras la prueba, su sorpresa fue mayúscula cuando, cinco días después, los atletas que creía en Marruecos se encontraban esperándole en las oficinas del Rayo Vallecano. Para ellos, era cuestión de educación “despedirse del jefe”.
Por JAVIER EXPÓSITO · Madrid.
Fuente: http://www.marca.com/
Cuarenta y cinco años de prueba en 44 ediciones (sólo la de 1969 dejó de celebrarse por la crisis) dan para mucho. Al colorido de la carrera popular se une una larga lista de anécdotas de la San Silvestre más exitosa. La Vallecana surgió en 1964, cuando Antonio Sabugueiro y unos amigos, reunidos en un bar, decidieron poner en marcha el proyecto. “Ni siquiera teníamos permiso del Ayuntamiento para organizarla, y pusimos a unos chavales para dirigir el tráfico”, recuerda.
Su comienzo la ligó al mundo del fútbol de rebote. Sabugueiro era por entonces encargado de las secciones deportivas del Rayo Vallecano, equipo que brindó su apoyo a la prueba cuando aún era una desconocida. Además, el primer ganador, Jesús Hurtado, formaba parte de la sección de atletismo del Real Madrid.
Los grandes siempre han mostrado interés por la prueba vallecana. Fue el caso de Mohammed Gammoudi, plata en los 10.000 en los Juegos de Tokio. El tunecino, vencedor en 1967, no pudo participar al año siguiente, al recibir presiones por parte de su federación y del propio ejército... porque no hubo acuerdo sobre quién debía pasar la agradable estancia en Madrid junto a él. Su participación fue anunciada a toda página en un medio, desliz que costó al periodista 15 días de empleo y sueldo.
Aunque más grave fue el caso del alma caritativa que, años después, concedió a un preso permiso para tomar parte en la prueba. Aún se le espera.
Las cifras han estado de lado de la prueba para auparla a lo más alto en la especialidad. Aunque no siempre fue así: en la primera edición (1964), sólo 57 valientes osaron tomar las calles.
Una carrera de caballeros, como los del equipo marroquí que acudió hace 25 años sin apenas medios: después de que Sabugueiro no pudiera despedirles tras la prueba, su sorpresa fue mayúscula cuando, cinco días después, los atletas que creía en Marruecos se encontraban esperándole en las oficinas del Rayo Vallecano. Para ellos, era cuestión de educación “despedirse del jefe”.
Por JAVIER EXPÓSITO · Madrid.
Fuente: http://www.marca.com/
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