Le pidieron a Sudáfrica que certifique el sexo de Semenya, campeona en 800 metros llanosRAÚL MERNIES
No tiene senos visibles, no tiene cintura de mujer ni rasgos delicados. Su musculatura resalta entre las atletas, es la líder mundial de los 800 metros y en una estación de servicio el empleado la mandó al baño de hombres. El mundo entero se pregunta hoy, ¿Caster Semenya es hombre o mujer?
Ayer la atleta que está en medio de la polémica ganó la final de 800 metros del Mundial de atletismo de Berlín, al tiempo que la Federación Internacional de Atletismo (IAAF) pidió a su homóloga de Sudáfrica que demuestre si es mujer.
La autoridad con la que ganó Semenya la final, delante de la keniata Janeth Jekgosgei, anterior campeona, y la británica Jennifer Meadows, realmente hace crecer las dudas sobre su feminidad.
La sudafricana logró un registro de 1 minuto, 55 segundos y 45 centésimas, mejorando netamente la mejor marca mundial del año, que ella misma poseía en 1`56``72.
La vencedora sacó más de dos segundos sobre su escolta en una prueba relativamente corta. Jepkosgei puso 1`57"90 y Meadows (1`57``93.
La veloz sudafricana compite en los 800 metros desde hace muy poco, y el Mundial de Berlín es su primera participación en la categoría de mayores. Con sólo 18 años irrumpió en el atletismo mundial con mucha fuerza luego de batir el récord nacional de Sudáfrica este año, con un tiempo de 1`56"72, que además es la mejor marca anual y que apunta a récord del mundo en la final.
Sin embargo, la velocista enfrenta un problema un tanto peculiar: no se puede asegurar que sea una mujer.
Las dudas sobre su género no son infundadas ya que su aspecto notablemente masculino, su corpulencia, su vello facial y, sobre todo, que haya bajado siete segundos el récord de su país, la pusieron en medio de la polémica.
Los rumores, sospechas y comentarios del resto de las atletas se transformaron en un reclamo formal, y las Federación Internacional de Asociaciones Atléticas (IAAF), decidió tomar cartas en el asunto.
Luego de ponerse en contacto con las autoridades de Sudáfrica -la vocera de la Federación Sudafricana, Ethel Manyaka, avaló la presencia de la atleta-, el órgano internacional decidió someterla a un test genético, el "SRY", que detecta un gen que sólo tienen los hombres.
Pero al parecer esta no es la primera vez que Semenya tiene un problema de esta naturaleza. Según su entrenador, en su propio país un empleado desconfió de su condición de fémina.
"¿Acaso quieres que te muestre mi sexo?", respondió una vez Caster Semenya al empleado de una estación de servicio, según contó Michael Seme, entrenador de la velocista sudafricana.
"Entendemos que la gente pueda hacerse preguntas porque ella parece un hombre. La curiosidad es humana", aceptó Seme, horas antes de la final de 800 metros.
"Caster le dijo (al empleado), si tenía que bajarse los pantalones para demostrarle que era mujer", luego de que éste se asombró por su aspecto físico y le indicó que fuera al baño de hombres.
"Puedo darles el teléfono de sus compañeras de habitación en Berlín. Ellas la han visto en la ducha y no tiene nada que ocultar", completó Seme.
La sospecha encubierta en las palabras del técnico de la finalista se convirtió en acusación directa en boca de algunos dirigentes que solicitaron a la IAAF que realice un test genético.
El control de género, instaurado por el Comité Olímpico Internacional en México 1968 dadas las sospechas que inspiraban las atletas en los años en que se extendió el uso de testosterona sintética, dejó de ser obligatorio desde Sydney 2000, tanto por razones de protección de la intimidad como por las dudas sobre la validez de los sistemas de comprobación.
Inicialmente, el control consistía en un examen anatómico, pero este recurso perdió credibilidad con las cirugías de cambio de sexo. Posteriormente se usó un análisis de cromosomas y luego se instauró el que aún está en vigor, el SRY.
La cifra 2 SEGUNDOS de ventaja les sacó Semenya a las rivales de ayer en la final.
Fuente: Ovación digital http://www.ovaciondigital.com.uy/
No hay comentarios:
Publicar un comentario