ESCRIBE: Edgardo Ramos Verde
Un día como hoy y hace un año atrás, se sembraba la bellísima historia y semblanza de un hombre de rasgos definidos, de una mirada atenta y de una caballerosidad impactante. El 22 de abril del 2009, Luis Fernández Fariña – Presidente Histórico de la Agrupación de Atletas del Uruguay, exhaló su última bocanada en su carrera final, y partió, sin despedirse, como esos caballeros de antaño, en voz baja y pretendiendo no molestar a nadie.Aún recuerdo ese momento, lo recuerdo a Luis, en ese vacío que siento durante todos los días, en nuestras reuniones, en nuestras bromas y en el trabajo, ese hombre que aprendí a conquistar, que me conquistó por completo, y que me hizo parte de su familia.
Somos seres humanos, con sentimientos, con corazones, esos que se endurecen para demostrar responsabilidad y firmeza, y también aquellos, que laten doloridos, en soledad, recordando a aquellos individuos que nos catapultaron hacia donde estamos, hacia donde vamos…
Ese hombre, años atrás, lo definí como un “ caballero con estampa de presidente,” tuve el altísimo honor de decírselo personalmente, y hasta el día de hoy lo extraño como si fuera una parte de mi vida, que contribuyó a mi crecimiento, a mi formación y a mi recapacitación, incluso con aquellos que han sido duros, y hasta hostiles.Un hombre que vistió con amor, esos colores que acompañó durante toda su vida. En dicho club, ni lo registraban, ese hombre estaba por encima de todos los equipos, y así lo vivió durante décadas, porque fue el único dirigente que se ganó ese apodo que era más mencionado que su nombre: “ el presi”.
Aprendió a usar celulares, y le enseñe a trabajar en su computadora, en el último tiempo, ya estaba a la altura de la modernidad y tecnología. La semana antes de su partida, me dice en el entrañable “ Mercado de la Abundancia” : “ Ramitos, estoy cansado, ándate preparando”, casi se me parte el corazón, cuando en presencia de mi amigo Daniel Costa, ( presidente de la C. Fiscal de la AAU) este hombre emanaba esas palabras. A la semana murió, y debo contarles desde lo profundo de mi corazón, que también se iban mis ganas de seguir acompañando su obra.En la vida, hay empujones insoslayables, ver a mi mejor amigo y confidente yacer y disfrutar de un paraíso merecido, me dio temor, mucho temor, de sentirme solo, ese hombre era mi confidente, y lo amé como a mis padres.
Ese hombre que gobernó a un millar de atletas, dejó su obra acompañado de su hija, y de dos de sus amigos, Edison Pellejero y de mi.
Estimados y queridos socios de la AAU, esta nota se las escribo a la medianoche del 24 de abril, con una sensibilidad indescriptible, hoy es un día para recordarlo, para agradecerle su enorme contribución a este deporte, y me disculpo con todos ustedes por no estar a la altura de ese hombre que no tiene comparación.
El día de su muerte, la Comisión Directiva del Equipo de sus amores, le remitió una carta oficial, agradeciéndole su eterna fidelidad y compromiso deportivo
Atentamente.
Edgardo Ramos Verde
Presidente de la Agrupacion de Atletas del Uruguay
Fuente: E-Mail de Edgardo Ramos Verde
presidenteaauruguay@adinet.com.uy
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